LA DANZA ORIENTAL

Esto es un texto sobre la Danza Oriental que he encontrado y que me gustaría compartir, espero que os guste:

Cuando hablamos de aprender Danza Oriental hablamos también de vivirla, porque una de la claves para introducirse en sus secretos, es vivirla. Y cuando esto ocurre nos sumergimos en un mundo espontáneo y libre, que nos permite rescatar la belleza natural de nuestro cuerpo, objetivo principal de la danza oriental.

Vivimos en una sociedad en la que la imagen nos condiciona y a la mujer que no llega a cumplir con las exigencias de estética impuestas se siente excluida. La Danza oriental es un baile que admite ‘‘todas las siluetas, todos los cuerpos, todas las edades’’, reivindica las formas femeninas y la hermosura corporal. A través de los movimientos suaves y ondulantes de las caderas, sitúa el eje universal en nuestro vientre que simboliza el centro de la vida, y nos conecta con aquellas “sacerdotisas” capaces de fecundar y amamantar gracias a sus “poderes sagrados”.

Porque desde sus orígenes (ya procede de rituales religiosos) esta danza es atribuida a mujeres. En los pueblos de la antigüedad se creía que las mujeres tenían poderes mágicos para procrear y se practicaban rituales en honor a esos poderes, por ello los hombres estaban excluidos de esos ritos.

Combina elementos de diferentes países de Medio Oriente y norte de África, siendo probable su origen en el antiguo Egipto. Sus movimientos siguen el compás de las suaves melodías de la música oriental, al ritmo de la percusión, laúdes y acordeón principalmente.

Actualmente psicólogos y profesionales de la salud, conocedores de las grandes cualidades de esta danza, la recomienda cada día más por los logros demostrados con la práctica continua. La definen como un espacio terapéutico que ayuda a estar en conexión emocional permanente con nosotras mismas, pero también con los demás. La Danza Oriental posee múltiple beneficios y contribuye a la flexibilidad, el buen descanso, la aceptación de una misma tal y como es con nuestra belleza natural, aporta confianza, libertad de expresión, comunicación, mayor relación grupal y nos conquista para explorar un mundo mágico y sensual.